Pasar a una dieta cruda y natural es uno de los mejores regalos que podés darle a tu perro: más energía, mejor digestión, pelaje saludable y una vida más plena.
Pero, como todo cambio importante, la adaptación gradual es clave para que su organismo se acomode sin estrés.
En Rawer desarrollamos un Plan de Transición de 5 días simple y probado, diseñado para que cualquier perro, incluso si lleva años comiendo balanceado, pueda adaptarse de forma segura. El objetivo es que su sistema digestivo reduzca progresivamente el pH gástrico y aumente la actividad enzimática para digerir proteínas crudas con la misma eficacia que lo haría un carnívoro en estado natural.
¡Importante!: Siempre recomendamos realizar chequeos veterinarios periódicos para asegurar el bienestar de tu mascota. Antes de iniciar la alimentación natural, confirmá que tu perro o gato no presente patologías preexistentes que requieran un plan nutricional específico.
Ante cualquier duda, consultá con un veterinario especializado en nutrición para que el cambio sea seguro y exitoso.
Previene molestias digestivas (diarreas, vómitos, gases).
Permite que el estómago baje su pH de forma progresiva, mejorando la descomposición de proteínas crudas y huesos carnosos.
Ayuda a que la flora intestinal se adapte y aumente la diversidad bacteriana beneficiosa.
Facilita la aceptación del nuevo sabor y textura, especialmente en perros que nunca comieron crudo.
Día a día irá comiendo más crudo y menos cocido, hasta llegar a la dieta final 100% Rawer.
Las heces pueden cambiar en color, olor y consistencia; es normal.
Puede haber un leve ajuste en el apetito los primeros días.
El pelaje y la energía mejoran progresivamente, pero los cambios más visibles se aprecian a partir de las 3-4 semanas.
Siempre ofrecer la comida a temperatura ambiente o ligeramente fresca (no helada).
Sobre todo los primeros 4 días dividir la racion diaria en 3/4 ingestas. Le va a encatar y lo va a devorar, al principio dale pequeas raciones.
Mantener una buena higiene en manipulación y utensilios.
Respetar las cantidades recomendadas para su peso y estado físico.
Si tu perro tiene condiciones digestivas o de salud particulares, consultar con un veterinario especializado en nutrición natural antes de iniciar.
Si hay diarrea leve: retroceder 1 paso en el plan y mantenerlo 24-48 horas antes de avanzar.
Si hay vómitos: verificar temperatura, frescura y porciones; reducir cantidad y avanzar más lentamente.
Si la adaptación parece difícil: podés extender cada fase 1-2 días más.
Ante síntomas persistentes o severos: suspender y consultar al veterinario.